Raimundo Castro presentará su novela el 19 de mayo en el Congreso de los Diputados, en un acto que contará con la presencia del presidente de la Cámara Baja, Patxi López, la escritora Julia Navarro y Esperanza Martínez, una de las últimas supervivientes del ‘maquis’. ‘Los imprescidibles’ salió a la venta el pasado martes, 3 de mayo.
MARTA ROPERO | 04/05/2016
El escritor y periodista recuerda a los últimos guerrilleros antifranquistas en su
segunda y definitiva novela, 'Los imprescindibles'
En apenas unos días va a disfrutar del privilegio de ser el primer
autor que presenta una novela en la Sala de Columnas del
Congreso de los Diputados, hoy Sala Ernest Lluch ”por algo
soy el periodista más antiguo acreditado”, presume, una
recompensa para 15 años de trabajo continuado y discontinuo
para no desatender su trabajo como informador. Raimundo
Castro (Torremocha, 1955) articula su novela ‘Los
imprescindibles. La novela de los últimos maquis’ (La Esfera de
los Libros, 2016) en torno a la olvidada guerrilla antifranquista,
su “dignidad” en una lucha por la democracia apenas
reconocida y la reivindicación de unos derechos que, con la
mayor parte de sus miembros ya fallecidos, jamás les han sido
concedidos. Con esta historia ficticia basada en hechos reales,
que comienza con la narración de un anciano a “una jovencita a
la que conoce el 15M”, Raimundo Castro profundiza en su
vocación de escritor y entronca su narración con la falta de valores que, considera, afecta a la sociedad actual.
Su obra pretende reivindicar la figura de los maquis. ¿Por qué cree que era necesario hacerlo?
Todo el telón de fondo son historias reales, pero los personajes centrales son inventados y reflejan una forma de vivir que no quiero que se olvide. He querido hacer un canto a la dignidad humana, que se refleja en ese calificativo de ‘imprescindibles’, basado en una frase de Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
¿En qué se basaba su lucha?
No lo hacían por interés, sino porque creían que era lo que tenían que hacer. Sus valores no tienen
nada que ver con los de ahora, como los que dicen ‘como los demás roban, yo también debo robar’.
Esta novela le ha llevado muchos años de trabajo...
Llevo 15 años escribiendo. Ha sido mucho trabajo de documentación, porque sobre este tema los autores han escrito casi por regiones. Además, aquí se ignora bastante la historia de los maquis y lo que le rodeó. Por ejemplo, menos mal que Santiago Carrillo, que era amigo mío, se ha muerto porque en el libro cuento que mandó matar a ciertos personajes. Franco colocó encima de los maquis a la Guardia Civil para que parecieran ‘bandoleros, un simple problema de orden público. Pero hay gente que es coherente y estos lo fueron. Lucharon hasta que les aplastaron y el Partido Comunista les abandonó.
¿Considera que la historia ha sido injusta con aquellos guerrilleros?
Hace años que echo una mano a la asociación Archivo, Guerra y Exilio (AGE), que intenta que esta gente sea reconocida como soldados republicanos y no como guerrilleros. Entonces, hace 15 años, había 20 guerrilleros y ahora solo quedan dos, un hombre (Francisco Martínez ‘Quico’) y una mujer (Esperanza Martínez), y siguen peleando por conseguir ciertos derechos, por una indemnización. No se les ha hecho justicia, se nos olvida que lucharon por la democracia que después llegó. No ha habido memoria histórica para esta gente.
Han pasado 37 años entre su primera novela, ‘La quema’, y esta. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
‘La quema’ la escribí con 23 años y se vendió bastante bien. Era la primera novela sobre el desencanto del principio de la democracia porque los cambios que se habían producido no eran los que se esperaban. Entonces aprendí lo que no se debía hacer. Para comer hay que ser periodista, por eso solo escrito dos novelas.
¿Es verdad que en alguna entrevista ha confesado que le gusta más ser novelista que escritor?
Esa era mi vocación, pero entonces vi la frase de Valle Inclán que dice “Todo escritor tienen el deber de matar de hambre a su familia” y pensé “no es para tanto”. ‘Los imprescindibles’ es la novela que había soñado hacer desde siempre. Me ha supuesto un inmenso trabajo, pero en este caso el trabajo ha sido placer. Al final, es hacer lo que te gusta, como Messi. Era llegar a las 11 de la noche y viajar a los años 40. Meterme en otro mundo, en otro siglo.
Y ahora, una vez concluida ‘Los imprescindibles’, ¿algún nuevo proyecto literario en mente?
Tengo un libro de cuentos, ‘Los siete espejos’, que no se publicado porque aún estoy buscando un
estilo propio. Y otra novela pendiente sobre un atraco al Banco de España en los primeros años de la
Democracia y la persecución de la gloria, que a veces llega sobrevenida, no porque se la busque. Está
basada en el espíritu de Geraldo Sempavor, un héroe portugués olvidado, y sus protagonistas serán
unos viejos atracadores.
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