jueves, 27 de abril de 2023

Esther López: “La ley de amnistía y el consenso de la judicatura y del bipartidismo han convertido lo que sucedió en la Dictadura en el crimen perfecto”

Esther López: “La ley de amnistía y el consenso de la judicatura y del bipartidismo han convertido lo que sucedió en la Dictadura en el crimen perfecto”


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 26 ABRIL, 2023, 07:00

Ella es profesora, escritora y coordinadora del Aula Didáctica de Memoria Democrática. Acaba de publicar su primera novela, 'Cuando ya no quede nadie', en la que trata la falta de reparación y de justicia con las víctimas de la Dictadura y de lo poco que se habla de la tremenda violencia política en aquellos momentos.

Esther López Barceló | Foto: Eva Máñez.

El buen currículum, aconsejan los que saben, ha de entrar, como máximo, en dos páginas. En el caso de Esther López Barceló sería realmente complicado. Polifacética hasta el extremo, en la actualidad es profesora de Historia, escritora y coordinadora del Aula Didáctica de Memoria Democrática.

Antes, entre 2011 y 2015, fue diputada por Esquerra Unida en las Cortes Valencianas. Posteriormente, ejerció como directora del gabinete del concejal del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato (Izquierda Unida), durante el mandato de Manuela Carmena.

Es experta en memoria histórica. Participó en la primera exhumación de fosas comunes dentro del cementerio en Almansa en 2004 y escribió el libro 'Testimonio de la Memoria' (editado por la Asociación Guerra, Exilio y Memoria Histórica del País Valenciano, de la que es cofundadora).

Junto al guerrillero antifranquista Francisco Martínez López, “Quico”, organizó las primeras jornadas de recuperación de la memoria histórica en el antiguo Campo de concentración de Albatera (Alicante).

Colabora con medios como Valencia Plaza, elDiario.es, Público, CTXT, Adiós Cultural o La Marea. Y aún le sobra tiempo para escribir su primera novela, 'Cuando ya no quede nadie', que se lanzó el 12 de enero de 2023. Es la historia de Ofelia, quien, tras el fallecimiento de su padre, regresa a su ciudad natal donde descubrirá un pasado familiar que desconocía.

Esta historia, asegura, habla “sobre los silencios que han cimentado nuestra democracia y las miles de fosas comunes que permanecen esperando la reparación necesaria”. Una ficción que bebe de la realidad de un Estado que, a pesar de haber sacado de sus tumbas a Franco y José Antonio Primo de Rivera, está muy lejos de cerrar sus heridas y tiene una colosal y sangrante deuda con las víctimas del franquismo.

Es una historia inventada con personajes reales, de hecho, comenta la autora, las figuras de Pilar y Gabriel (lean el libro para descubrirlas) son un homenaje a su abuelo y a su abuela.

De su última creación y de muchas más cosas ha hablado con AraInfo.

¿Cree que lo que le sucede a Ofelia, descubrir muchos años después un pasado que desconocía, es algo que le pasa o lo puede pasar a mucha gente en España?

El silencio ha permanecido en muchísimas familias como un mecanismo de supervivencia. Los nietos y nietas que han sido educados en democracia ven que hay lagunas en la historia familiar y preguntan. Es una situación complicada para los hijos y las hijas que han vivido en ese silencio, y eso es lo que le ocurre a Ofelia. Ella desconocía que había una parte de la historia de sus padres que estaba atravesada por la violencia política de la Dictadura.

Y se entera de una forma completamente azarosa, cuando en el funeral de su padre, un personaje enigmático y completamente desconocido para ella, le dice que es una persona que prácticamente le debe la vida a su padre. Le cuenta una historia que no le cuadra nada a Ofelia con el esquema familiar que se había hecho. Durante una semana hará un viaje, en el espacio y en el tiempo, en el que descubrirá, no sólo que sus padres fueron víctimas de la Dictadura, sino que hay muchísimas más víctimas que hoy siguen exigiendo justicia y reparación. Para ella será una especie de epifanía. Se va a dar cuenta de que el país en el que habita, que es una democracia estable, no se garantizan los derechos humanos de las víctimas de la Dictadura.

¿Piensa que su novela le será útil a personas en una situación similar a la de Ofelia?

Me he encontrado mucha gente que se siente representada. Se han puesto a investigar y han visto que toda su familia fue víctima. Únicamente les habían dicho que a su abuelo lo mataron después de la Guerra, pero nada más. Hay un momento en el que ni siquiera te paras a desentrañar el significado que hay detrás de esa frase. Esto también lo comento en la novela: las frases huecas que han cimentado tantos relatos de familiares en nuestro país.

¿Por qué sucede eso, por qué se habla tan poco?

Es un mecanismo de supervivencia. En democracia hemos vivido más de 40 años de impunidad franquista. La gente que ha vivido inmersa en ese trauma, que nadie ha reparado, ve que en democracia tampoco sus anhelos de justica serán correspondidos.

Almudena Grandes ha escrito algunas de las mejores novelas sobre la Guerra Civil española, elaborando una ficción sobre hechos reales, ¿qué hay de eso en su novela?

Soy activista de la memoria desde los 19 años. El tiempo de experiencia e investigación ha sido el de toda mi vida adulta. Este libro me ha llevado a canalizar todas esas historias que tenía ganas de plasmar y difundir de una forma más efectiva que dando charlas o como diputada. Creo que a través de la literatura se llega mucho más lejos.

Portada del libro de Esther López.


La protagonista de su novela es una mujer, ¿qué queda en la sociedad actual de esa mujer ama de casa y esposa que trató de crear el franquismo?

El patriarcado es un sistema que nos sigue dominando. Lo que quería hacer con esta novela era reflejar esa épica de las vencidas. Mujeres que eran unas muertas de hambre, pero que fueron las que sacaron adelante a la mayor parte de las familias. Yo le debo a mi abuela el cuidado perpetuo de su marido, de su hijo y de toda su familia.

En este libro, Pilar se tiene que enfrentar a una situación insalvable: han condenado a muerte a su marido. Y sus únicas armas son la plancha y la aguja de coser. Quería mostrar que hay épica en la vida de estas mujeres, que la épica no está sólo en el campo de batalla.

También en la Transición, cuando recuperamos las narrativas de los héroes de la oposición al franquismo, se recuperó las de ellos, pero las mujeres volvieron a ser invisibilizadas.

Es una falacia eso de que hay muchos libros y películas sobre la Dictadura y la Guerra Civil, por estadística y por contendido, es mentira. Y es mentira también que nos cuenten la verdad. No hay una obra contundente y compleja sobre la Dictadura.

Por ejemplo, sobre el Patronato de Protección a la Mujer se ha investigado muy poco. Era un sistema parapolicial, en donde cualquier orden religiosa podía tener a mujeres encerradas, que no habían cometido ningún delito, únicamente porque consideraban que tenían un comportamiento que no era acorde con el nacionalcatolicismo.

Si preguntas a la puerta de un instituto, muchos chicos y chicas no saben quién fue Franco. ¿Se explica mal la historia en este país?

Creo que esa es una generalización que no se corresponde con la realidad. Eso pasaba en mi generación, porque no se daba historia contemporánea. Pero ahora, por ejemplo, aquí en Valencia, existen muchos impulsos a la memoria democrática.

Creo que ya no pasa lo de no saber quién era Franco, pero sí que no llegan a saber hasta dónde llegó la violencia política en la Dictadura. Los currículums de las asignaturas ponen mucho el foco en el siglo XIX y menos en el XX.

La cuestión principal es que, en España, a diferencia de en Francia o Alemania, no ha habido una ruptura ni ideológica ni cultural con la Dictadura. Las víctimas no fueron reconocidas hasta la Ley de Memoria Democrática. No todos los partidos consideran que las víctimas de la guerra sean nuestras víctimas.

A Bildu se le ha exigido que condene a ETA. Y lo ha hecho en numerosas ocasiones. ¿Por qué no se le pide a Vox que condene el franquismo?

En muchos casos, eso se hace con las declaraciones institucionales, y no salen adelante porque hace falta unanimidad y los partidos conservadores (también el Partido Popular) no quieren. El PP ha defendido, en esencia, lo mismo que ahora defiende Vox más directamente. La esencia de ese filofranquismo ya estaba en el PP.

¿Lo está haciendo bien el Gobierno de español actual en memoria histórica?

Hay que aplaudir la Ley de Memoria Democrática, que supuso un avance muy rotundo respecto a la ley de 2007 de Zapatero. Aquella puso el peso de la responsabilidad en las asociaciones de familias y no en el Estado, en cuanto a la obligación de reparar.

Pero no se ha llegado todo lo lejos que debería, se sigue manteniendo la impunidad del franquismo. Con esta ley no se va a poder tener nunca una película como Argentina 1985, pero representando la justicia de nuestro país. No se va a acabar nunca con esa falta de predisposición de la judicatura para juzgar los crímenes del franquismo, porque se ampararán en la ley de amnistía, una ley preconstitucional.

La ley de amnistía y el consenso de la judicatura y del bipartidismo han convertido lo que sucedió en la Dictadura en el crimen perfecto. Nadie se ha hecho responsable.

Un apunte de actualidad para terminar, a colación de su faceta como política, ¿cómo ve la situación a la izquierda del PSOE?

Apelo a la unidad y estoy convencida de que no puede haber otra cosa.

 



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