miércoles, 17 de noviembre de 2021

Odette Martínez-Maler: "Más de la mitad de los enlaces guerrilleros eran mujeres"

'La guerrilla gallega al aire libre'

Odette Martínez-Maler: "Más de la mitad de los enlaces guerrilleros eran mujeres"

Odette Martinez-Maler, doctora por la Universidad de Nanterre en París con una tesis sobre la memoria de la guerrilla en Galicia y León, promotora de la película La isla del Chelo y autora de diversas investigaciones sobre las mujeres en la guerrilla, aborda este tema el 17 y 18 de noviembre en Nós Diario


Cilia Torna06:23 el 16 de noviembre de 2021

Señala en su artículo que “las mujeres representaban el alma de las redes de apoyo que formaban la base social de los combatientes clandestinos”, ¿qué quiere decir con eso?

En el noroeste del estado, más de la mitad de los vínculos guerrilleros eran mujeres. Estos llevaron a cabo, solo con sus fuerzas, una decisiva resistencia civil contra la dictadura. Eran los pilares de la guerrilla terrestre sin los cuales la lucha armada en sí no podría desarrollarse. Tejieron en el corazón de los pueblos y caseríos, redes de solidaridad con los combatientes clandestinos. Asumiendo enormes riesgos, aseguraron el suministro de estos y también el transporte de sus armas, la vigilancia de los movimientos de la Guardia Civil o la comunicación de mensajes importantes para la organización del combate. Sus hogares se convirtieron en refugios. Por el contrario, su compromiso diario le dio a la lucha armada actual un anclaje social que permitió vincular el enfrentamiento militar de la guerrilla con la movilización política contra la dictadura o la desobediencia.

¿Cuáles fueron las principales razones que llevaron a las mujeres a unirse a la lucha guerrillera?

En las zonas rurales, fuertemente marcadas por los lazos de solidaridad de las comunidades aldeanas, las nuevas reglas impuestas por la dictadura chocaron frontalmente con las leyes consuetudinarias, con las reglas éticas, basadas en parte en las necesidades vitales del mundo campesino. En este caso, el compromiso de las guerrilleras muchas veces se explica por lazos de amistad, vecindad, parentesco o amor, tanto, si no más, que por motivos ideológicos o lógicas partidistas de pertenencia. Y esto no es porque estas mujeres fueran, por naturaleza, más sentimentales, sino porque su modo de socialización, en parte determinada por su sexo, las separaba en general de ciertos tipos de militancia y pertenencia a organizaciones políticas tradicionales. Pero lo que empujó a las mujeres a pasar de la resistencia humanitaria a la resistencia política y luego a la resistencia armada, fue también la violencia de la represión que se desató contra ellas como "hija de", "hermana de", "esposa de", "madre de" guerrilleros. La represión que los instrumentalizó, "politizó" al mismo tiempo sus lazos afectivos y su esfera íntima. A ello se suman motivos vinculados a su revuelta contra el cuestionamiento de la dictadura del programa de emancipación de la Segunda República, que otorgaría a las mujeres derechos fundamentales y un lugar en la esfera pública: motivos vinculados a su rechazo al nuevo modelo de mujer impuesto por el gobierno. Falange.

Se conoce la importancia cuantitativa y cualitativa de la mujer en el operativo resiliente, pero ¿hasta qué punto dentro de la guerrilla no se han repetido los roles propios del patriarcado?

Los testimonios recogidos muestran que la distribución de roles dentro de la guerrilla, en parte reproducía las asignaciones de género. Nos sugieren que la cultura patriarcal, tanto como las necesidades objetivas, parece haber guiado la naturaleza de las acciones emprendidas por la resistencia. Las mujeres de enlace asumieron, como hemos visto, tareas domésticas oscuras y minúsculas, inducidas por roles sociales tradicionales, subordinadas a las acciones más visibles, reservadas a los hombres como abastecer de comida a los clandestinos, recibir mensajes, coser falsos uniformes de guardia civil. , relevos clandestinos ... En ese momento, las mujeres a menudo no tenían más que una relación indirecta con la propia lucha armada, sino una división sexual de roles. Las pocas mujeres que decidieron tomar las armas declaran tener, a nivel estrictamente militar, un estado defensivo particular. La lucha armada y la feminidad eran irreconciliables. De hecho, los líderes, socialistas y comunistas, no estaban a favor de la presencia de mujeres en los grupos armados. En este punto, me adhiero tanto a los informes de cuadros políticos enviados "in situ" a la dirección del PCE y conservados en el archivo histórico del partido, como al testimonio del socialista Marcelino Fernández Villanueva "O Gafas", jefe de gabinete. de la Federación Guerrillera de Léon-Galiza.

La represión contra las mujeres presentó formas específicas , ¿cuáles fueron sus características y el alcance de la misma para su participación en la guerrilla?

Las mujeres guerrilleras eran doblemente culpables a los ojos de los franquistas, culpables de oponerse a la dictadura y culpables de traicionar la misión atribuida a las mujeres, según lo prescrito por la Iglesia y la Falange. Culpable de haber transgredido la jerarquía de sexos. Fueron, por tanto, víctimas de una represión sexual que tuvo un modelo a seguir. Esta represión no solo fue sexual, sino también sexual. La rapa, la ingestión de aceite de ricino, la tortura, la violación que sufrieron, apuntaban precisamente a su feminidad. Estas mujeres fueron sometidas a un estigma específico que redujo su calidad de resistencia debido a su género. Cuentan, en particular, cómo la propaganda de Franco los calificaba de "degenerados" y de "putas de los rojos". Además, como afirma el historiador Julio Prada Rodríguez, el porcentaje de mujeres encarceladas fuera de cualquier proceso judicial es considerable e incomparablemente mayor que el de los hombres. Muchas mujeres fueron encarceladas periódicamente sin juicio e interrogadas, incluso torturadas, en prisiones provinciales o comisarías de policía antes de ser liberadas para servir como detenidas antes de ser detenidas nuevamente, pero sin ser juzgadas. Lo cual no dejó de tener consecuencias sobre el reconocimiento de su papel histórico y sobre las reparaciones a las que pudieran tener derecho.

Afirma en su obra que "los relatos históricos de la guerrilla que la reducen a su rostro militar y estrechamente militante contribuyen a invisibilizar a la guerrilla de mujeres", ¿a qué se refiere?

Los relatos históricos de la guerrilla que la reducen a su rostro militar y militante en sentido estricto, que tienden a identificar la experiencia resiliente y la pertenencia partidista al aparato político-militar.Contribuir, en efecto, a invisibilizar esta guerrilla de mujeres que se desarrolla en otros espacios, en otras formas, con otros motivos y que se decía -y se dice si acaso todavía- con otras palabras que las de la resistencia. Estos relatos históricos condenan al olvido su "resistencia en casa" que involucró otros repertorios de acción, otros referidos a culturas políticas distintas a las dominadas por los altos cuadros políticos o militares. En cierto modo, estas historias dejaron el campo libre pero a la descalificación, al menos a su no recalificación de mujeres resilientes. Mujeres a las que en la obra de algunos eminentes historiadores expertos en esta guerra de guerrillas, como Hartmut Heine, por ejemplo, se negó a llamarlas "guerrilleras".

https://www.nosdiario.gal/articulo/memoria/mais-da-metade-enlaces-da-guerrilla-eran-mulleres/20211114173349132387.html

(La traducción es de Google.)

Odette Martínez-Maler: “Máis da metade dos enlaces da guerrilla eran mulleres"

'A guerrilla galega ao descuberto'

Odette Martínez-Maler: “Máis da metade dos enlaces da guerrilla eran mulleres”

Odette Martinez-Maler, doutorada na Universidade de Nanterre en París cunha tese sobre a memoria das guerrillas na Galiza e León, promotora do filme A Illa de Chelo e autora de diversas investigacións sobre a muller na guerrilla, achégase a este tema o 17 e 18 de novembro en Nós Diario.


Cilia Torna06:23 el 16 de noviembre de 2021

Sinala no seu artigo que “as mulleres representaron a alma das redes de apoio que constituíron a base social dos combatentes clandestinos”, que quere dicir con isto?

No noroeste do Estado, máis da metade dos enlaces da guerrilla eran mulleres. Estas levaron a cabo, só coas súas forzas, unha resistencia civil decisiva contra a ditadura. Foron os alicerces da guerrilla do chan  sen a cal a loita armada propiamente dita non podería  desenvolver. Elas teceron no corazón das vilas e das aldeas, redes de solidariedade cos combatentes clandestinos. Arriscándose enormemente, aseguraron o abastecemento destes e tamén o transporte das súas armas, a vixilancia dos movementos da Garda Civil ou a comunicación de mensaxes importantes para a organización da loita. As súas casas convertéronse en refuxios. Á inversa, o seu compromiso cotiá deu á loita armada propiamente dita un ancoraxe social que permitía enlazar a confrontación militar dos guerrilleiros á mobilización política contra a ditadura ou á insubmisión.

Cales foron os principais motivos que levaron ás mulleres á incorporase á loita guerrilleira?

Nas zonas rurais, fortemente marcadas polos lazos de solidariedade das comunidades aldeás, as novas regras impostas pola ditadura chocaron de fronte coas leis consuetudinarias, coas regras éticas, fundamentadas en parte nas necesidades vitais do mundo labrego. Neste caso, o compromiso das mulleres da guerrilla explícase decote polos vínculos de amizade, de veciñanza, de parentesco ou os lazos amorosos tanto, senón máis, que polos móbiles ideolóxicos ou das lóxicas de pertenza partidaria. E iso non acontece por que esas mulleres fosen, por natureza, máis sentimentais, se non porque o seu modo de socialización, en parte determinado polo seu sexo, as separaba en xeral de certos tipos de militancia e de pertenza ás organizacións políticas tradicionais. Mais o que empurrou ás mulleres a pasar da resistencia humanitaria á resistencia política e despois á resistencia armada, foi tamén a violencia da represión desencadeada contra elas en tanto que “filla de”, “irmá de”, “ muller de”,  “nai de” guerrilleiros. A represión que lles instrumentalizou, “politizou” ao mesmo tempo os seus lazos afectivos e a súa esfera íntima. A iso, se engaden razóns vinculadas á súa revolta contra á posta en cuestión por parte da ditadura das conquistas de emancipación propias do programa da Segunda República, que proporcionara ás mulleres dereitos fundamentais e un lugar na esfera pública: razóns ligadas ao seu rexeite do novo modelo de muller imposto pola Falanxe.

Sábese da importancia cuantitativa e cualitativa das mulleres no operativo resistente, pero até que punto na interior da guerrilla non se repetiron os roles propios do patriarcado?

Os testemuños recollidos amosan que a distribución dos roles no seo da guerrilla, reproduciu en parte as asignacións de xénero. Nos suxiren que a cultura patriarcal, tanto como as necesidades obxectivas, semella ter orientado a natureza das accións asumidas polas resistentes. As mulleres enlaces fixéronse cargo, xa se veu, de tarefas domésticas escuras e minúsculas, inducidas polos roles sociais tradicionais, subordinadas ás accións mais visíbeis, reservadas aos homes como abastecer aos clandestinos de comida, recibir mensaxes, coser de falsos uniformes de gardas civís, estafetas clandestinas...Daquela, frecuentemente as mulleres non tiñan máis que unha relación indirecta coa loita armada propiamente dita, senón unha repartición sexuada dos roles. As poucas mulleres que decidían levar armas declaran que elas tiñan, nun plano estritamente militar, un estatuto particular, defensivo. Loita armada e feminidade eran inconciliábeis. De feito, os responsábeis– socialistas e comunistas – non eran favorables á presenza de mulleres no seo dos grupos armados. Atéñome, neste punto, tanto aos informes de cadros políticos enviados “in situ” á dirección do PCE e conservados no arquivo histórico do partido, como ao testemuño do socialista Marcelino Fernández Villanueva « O Gafas », xefe do Estado Maior da Federación de Guerrillas de Léon-Galiza.

A represión contra as mulleres presentou unhas formas específicas , cales foron as súas características e o alcance da mesma pola súa participación na guerrilla?

As mulleres da guerrilla eran dobremente culpábeis aos ollos dos franquistas, culpábeis de se opor á ditadura e culpábeis de traizoar a misión atribuída ás mulleres, tal e como era prescrita pola igrexa e a Falanxe. Culpábeis de haber transgredir a xerarquía dos sexos. Foron, pois, vítimas dunha represión sexuada que tiña unha función de exemplaridade. Esta represión era non só sexuada máis tamén sexual. A rapa, a inxestión de aceite de ricino, a tortura, a violación que padeceron, apuntaban precisamente a súa feminidade. Estas mulleres foron obxecto dun estigma específico que lles rebaixou, en razón do seu sexo, a súa calidade de resistentes. Elas contan, en particular, como foron sinaladas pola propaganda franquista como “dexeneradas” e as “putas dos vermellos”. Ademais, como afirma o historiador Julio Prada Rodríguez, a porcentaxe de mulleres presas fora de todo procedemento xurídico é considerábel e incomparabelmente máis grande que a dos homes. Moitas mulleres foron periodicamente encadeadas sen xuízo e interrogadas, mesmo torturadas, en prisións provinciais ou comisarías antes de ser postas en liberdade para servir de engado antes de ser detidas de novo, pero sen ser xulgadas. O que non deixou de ter consecuencias sobre o recoñecemento do seu rol histórico e sobre as reparacións ás que elas poderían ter dereito.

Afirma no seu traballo que “os relatos históricos da guerrilla que reducen esta á súa faciana militar e estreitamente militante contribúen a facer invisíbel a guerrilla das mulleres”, a que se esta referindo?

Os relatos históricos da guerrilla que a  reducen á súa faciana militar e militante nun sentido estreito, que tenden a identificar experiencia resistente e pertenza partidaria aos aparatos político-militares, contribúen, en efecto, a volver invisíbel esta guerrilla das mulleres que se desenvolve noutros espazos, baixo outras formas, con outros móbiles e que se dicía - e se di se acaso aínda - con outras verbas que as dos resistentes. Estes relatos históricos condenan ao esquecemento a súa “resistencia no fogar” que implicaba outros repertorios de acción, outros referentes no referido a culturas políticas distintos aos que dominan dende os altos estados maiores políticos ou militares. En certa maneira, estes relatos deixaron o campo libre senón á descualificación, cando menos á súa non recalificación de mulleres resistentes. Mulleres ás que nas obras de certos eminentes historiadores expertos nesta guerrilla, como Hartmut Heine, por exemplo, se rexeitou cualificalas de "guerrilleiras" co pretexto de que elas participaron pouco nos enfrontamentos militares.

https://www.nosdiario.gal/articulo/memoria/mais-da-metade-enlaces-da-guerrilla-eran-mulleres/20211114173349132387.html


martes, 2 de noviembre de 2021

Artículo de Quico en "Nòs Diario": La guerrilla de León - Galicia. Un movimiento plural

 Mi experiencia – como enlace de la Federación de Guerrillas de León Galicia de 1942 a 1946 y como combatiente en la 2ª agrupación del Ejército Guerrillero de Galicia León de 1947 a 1951 me dio a compartir un movimiento de resistencia cuya singularidad quiero poner aquí de realce. Quiero subrayar el pluralismo que existió, en ese movimiento, desde 1936 hasta la década de los años 1952. Y recordar una cultura de lucha popular basada en redes sociales de solidaridad, muy distinta de la cultura de aparato político-militar que quiso imponer la dirección del PCE a partir de 1944 (i) .


Movimiento pluralista


Las características del movimiento guerrillero de León y de Galicia están relacionadas con el proceso histórico que dio lugar a la creación de la Federación de Guerrillas León Galicia en 1942. Esta Federación se configura como estructura pluralista que recoge todas las sensibilidades: republicanas, socialistas, comunistas, anarquistas y otras.

A partir del 18 de Julio de 1936, muchos grupos de republicanos huyen de la represión de Falange y de la Guardia Civil. Uno de ellos es “el frente de los Girones” protagonizado por Manuel y José Girón Bazán, con José Yañez Losada que actúan por el Bierzo y Cabrera hasta noviembre de 1936, fecha en la que se incorporan a las filas del ejército republicano. Desde el frente asturiano, componen núcleos de guerrilla, para operar con sabotajes en zona enemiga. En octubre de 1937, Manuel Girón y sus compañeros se repliegan hacia El Bierzo y regiones limítrofes. Donde se reunirá año mas tarde con los asturianos Marcelino Fernández Villanueva Gafas, Cesar Ríos Rodríguez, Mario Morán García (socialistas) y Guillermo Morán García y Arcadio Ríos Rodríguez (comunistas). En esa zona, operan ya combatientes de varias tendencias políticas como Abel Pérez Ares, Hilario Alvarez Méndez, Benigno García González, Severino Nieto Rodríguez del PSOE y Abelardo Fernández Macías, Victorino Nieto Rodríguez de la CNT. Por los Ancares, con Serafín Fernández Ramón Santeiro están César Terrón Abad, David Fuentes Alvarez Velasco, Amadeo Ramón Valledor y otros militantes anarquistas. En torno a Florentino Picó El Maestro, luchan otros libertarios. En el noreste de León (Boñar y Cistierna), se forma otro grupo de combatientes cenetistas en mayoría. Por la zona de Orense, Valdeorras, Casayo, se organizan Manuel Álvarez Arias Bailarín, Domingo Rodríguez El Inca, Rogelio Rodríguez López y sus tres hermanos (Sebastián, Domingo y Alfonso), Mario Rodríguez Pinche, los socialistas Antolín Murias, Eduardo Pérez Vaga Tameirón. Ciertos republicanos van hacia Lugo, creando redes de solidaridad: es el caso del socialista Luis Trigo Chao O Guardarríos que intenta organizar, en 1938, en Ortigueira y Cabanas, una Agrupación guerrillera. Por las regiones de Melide, de Chantada combaten Ramón Rodríguez Varela Curuxás y compañeros libertarios. Mas allá de sus divergencias, todos estos resistentes luchan en común contra la dictadura. Ese objetivo de unidad se mantiene en la “Federación de Guerrillas de León Galicia” creada en Ferradillo (León) el 24 abril de 1942. Sus estatutos garantizan su autonomía: afinidad frente-populista y antifascista pero sin vínculos orgánicos con partidos que marcasen una línea política desde el exilio. Su comité director respeta el pluralismo: como presidente, Marcelino Villanueva y de ayudantes, Marcelino de la Parra Casas (anarquista), Cesar Ríos y Mario Morán; más tarde se incorpora Francisco Elvira Cuadrado (comunista). Ese comité coordina “Agrupaciones”: la 1ª Agrupación en el Bierzo, la 2ª en Orense, la 3ª en Lugo. La Federación es el centro de la lucha guerrillera en León y Galicia. Pero establece también relaciones de apoyo con los grupos de guerrilleros no federados.

Ese movimiento articula dos vertientes: la acción armada de los clandestinos y la organización del pueblo en servicios de información republicana (SIR). Supone un reglamento, basado en el compañerismo para la convivencia entre guerrilleros y enlaces civiles: no hay jerarquías fuera del terreno de operaciones.


Conflicto de culturas


La Federación se mantuvo unitaria, a pesar de las divisiones políticas que existían en el exilio o de los intentos de ponerla bajo la tutela de un solo partido. Pero a finales de 1944, en La Coruña se crea una 4ª Agrupación que es el germen de un “Ejército Guerrillero de Galicia” que será dirigido exclusivamente por miembros del PCE: José Gómez Gayoso, Antonio Seoane Ramos, Manuel Fernández Soto. Desde La Coruña, estos jefes tratan de implantar una cultura de partido único, creando, en Orense, una “2ª agrupación bis” donde ya había una 2ª agrupación integrada a la Federación de Guerrillas. Creando, en Lugo, una “3ª agrupación bis”, donde también existía una 3ª agrupación. A partir de ahí se despiertan las posiciones partidistas.

No obstante, los miembros de la Federación apuestan por la unidad y convocan, en julio 1946, en los montes de Casayo un “Congreso de reunificación”. Ese congreso concluye acuerdos de proseguir en la unidad de la Federación, pero al punto de terminarse interviene una patrulla de la Guardia civil que mata a Arcadio Ríos y a Francisco Elvira, los compañeros que estaban redactando el acta: así quedan en suspenso los acuerdos…

Ante la no reconducción de la Federación, los guerrilleros que no aceptamos marchar al exilio, decidimos integrarnos al Ejército Guerrillero de Galicia. Nos reunimos en Chavaga (Lugo), en octubre de 1947, para organizar democráticamente la 2ª Agrupación de la nueva estructura. La dirigen Guillermo Morán García, Evaristo González Pérez, Gregorio Colmenero Fernández, Julián Acebo Albarca y la componen cinco guerrillas: dos en León, dos en Orense y una en Lugo. Queremos conservar nuestra cultura pluralista heredada de la Federación y muy diferente de la cultura que quieren imponernos los dirigentes del Ejército Guerrillero de Galicia. En ese momento, el PSOE abandona la lucha armada y opta por la vía diplomática esperando el apoyo de las potencias occidentales. A finales de 1948 y en 1949, ciertos guerrilleros socialistas y cenetistas salen al exilio. Pero otros siguen en el terreno donde no se altera la convivencia con sus compañeros de otras tendencias. Daré como ejemplos el combate que libran, en febrero de 1948, Mario Morán, (socialista) y Alfonso Rodríguez, (comunista) en El Valle de Bembibre o el que tienen, al día siguiente, en San Justo de Cabanillas, los dos en compañía de Abelardo Macías de la CNT o el que mantienen en Vega de Valcárcel, el 19 de marzo de 1949, Hilario Álvarez (socialista), Oliveros Fernández Armada Negrín (comunista) con Abelardo Macías y Victorino Nieto, (anarquistas) y Alpidia Morán Maruxa. Yo mismo (comunista) convivo, entre 1947 y agosto de 1948, en el Bierzo alto con Hilario Alvarez y Alberta Martínez Viñales La Chata.

Nuestra cultura guerrillera no encaja con la cultura político militar del Ejército Guerrillero de Galicia. Ese Ejército tiene una estructura piramidal, con jefes que ordenan las acciones fuera del terreno concreto. Después de las muertes de José Gómez Gayoso y Antonio Seoane - caídos en oscuras circunstancias en 1948 - Manuel Soto, se autonombra “Coronel Benito”. El y sus seguidores, pretenden ponerse galones de mando, negarnos la autonomía en el combate, uniformarnos para distinguirnos del pueblo, prohibir las relaciones afectivas entre nosotros - los guerrilleros - y nuestros enlaces. Quieren importar e imponer modelos de organización extranjeros como fueron, en el maquis francés o en la Agrupación Levante y Aragón, los campamentos de guerrilla aislados de la población. Y con sus métodos anulan la iniciativa, rompen el espíritu de camaradería, el debate, relegando las casas de apoyo a una función de hospedaje. Lo peor son los asesinatos de resistentes, eliminados por tener una opinión diferente. Así matan a Víctor García Estanillo “El Brasileño” y Teófilo Fernández en Lalín (ii) ; en Ricosende-Sotadoiro, Saúl Mayo y Emilio Villarinos mandatados, por el “Coronel Benito”, asesinan a nuestro compañero de la 2ª Agrupación en 1949, Miguel Cardeñas Lozano. Ese día, Bailarín y yo, alejados del lugar del crimen y puestos ante el hecho consumado, quedamos petrificados. Miguel era un guerrillero ejemplar. Una semana más tarde los mismos asesinan a Bailarín. Esos actos de depuración servían de advertencia a los que no nos sometíamos a esa cultura totalitaria. Pero los guerrilleros de la 2ª Agrupación con Manuel Girón dijimos: «¡No! Ni cómplices ni víctimas» y optamos por la ruptura con los jefes del Ejército Guerrillero de Galicia.

Fieles a nuestra cultura de resistencia popular, mantuvimos nuestros lugares de actividades y vivencias, en zonas que ellos no conocían. Y seguimos las relaciones de igualdad compartiendo valores de humanismo entre enlaces, en sus casas. Para nosotros, guerrilleros clandestinos ese compromiso de los enlaces - a la vez afectivo y político –era la base de la resistencia en Ferradillo, en Canedo, en Columbrianos, en Bembibre, en Corporales, en Chavaga, en Santalla, en Los Albaredos, en Sotadoiro ,en Soulecin, en Ricosende y en otros pueblos de León y de Galicia. Y en ese espacio privado de la solidaridad, las mujeres desempeñaron un rol vital: el amor de esas madres, de esas hermanas que nos cobijaban como hermanos, era un apoyo supremo. Gloria Yebra, Sara Álvarez, Carmen del Río, Gloria Blanco, Carmen Nogueira… lamento no poder aquí nombrarlas todas: esas mujeres están ausentes en el relato que se escribe desde una cultura de aparato político-militar.


***


En los relatos que, desde el presente, se difunden sobre la guerrilla, aun permanecen versiones genéricas que ocultan la diversidad de vivencias de los grupos guerrilleros en León y Galicia. Mi experiencia de lucha armada anclada en redes sociales de amistad, de vecindad y de parentesco tejidas en el tiempo largo, no queda reflejada esos relatos que solo valoran las formas clásicas de organización militar. Quizás porque nuestras palabras de testigos son una fuente frágil, aun mas cuando fuimos actores de una resistencia cuyas huellas se borraron: antes por la clandestinidad y después de la Transición a la democracia, por el no reconocimiento de la legitimidad política de nuestro compromiso. Quizás porque esas palabras son a menudo aplastadas por la “autoridad” de otras fuentes como son: los archivos militares de la dictadura que criminalizan nuestros actos o los informes conservados en los archivos del PCE que nos tachan de “no políticos” porque manteníamos relaciones personales y cariñosas con nuestros enlaces. Quizás porque el valor ético de nuestros testimonios es pormenorizado comparado a otros modelos de aproximación al pasado como es ahora la arqueología de algunos espacios geográficos de los primeros tiempos de la guerrilla leonesa - como la Ciudad de la Selva- que por ser validos no tendrían que ser exclusivos.

Pero como actor directo de esa lucha armada, miembro de la 2ª Agrupación, puedo atestiguar que fueron muy diferentes las experiencias de resistencia según los momentos, según las zonas y según la correlación de fuerzas que existió dentro del propio movimiento: por mucho que los jefes del Ejército Guerrillero de Galicia quisieran uniformizar, a partir de 1944, las formas y los contenidos de la acción resistente. En los espacios donde yo he luchado, no en cuevas ni en campamentos aislados sino codo a codo con enlaces que se jugaban la vida sin armas frente al fascismo, esos jefes intentaron importar e imponer, por la fuerza, modos de organización ajenos a la cultura autóctona de una resistencia nacida del pueblo. Por eso reconocer el papel fundamental de esas mujeres y de esos hombres actores de una resistencia civil, en el corazón de las aldeas o de los barrios mineros, darles el lugar que les corresponde en esta la historia de guerrilla galaico-leonesa es hoy para mi un imperativo ético y político.


Francisco Martínez López “El Quico”,

resistente en la guerrilla de León Galicia


(i). Ver SERRANO Secundino, La guerrilla antifranquista en León (1936–1951), Junta de Castilla y León, 1986; La Crónica de los últimos guerrilleros leoneses, Valladolid, Ambito Ediciones, 1989. Alejandro Rodríguez Guttiérrez en Resistencia armada y guerrilla en la provincia de León, Wenceslao Alvarez Oblanca, Victor del Reguero coord., Ediciones Pielago del Moro, 2020.Y mi testimonio MARTÍNEZ LÓPEZ Francisco, Guerrillero contra Franco. Guerrillero contra el olvido, La guerrilla antifranquista de León Galicia (1937–1952), La memoria cautiva de la guerrilla (1952–2011), Madrid, Latorre Literaria, 2011 que se puede leer en mi blog

http://memoriacautiva.blogspot.com.es/


(ii). Sobre la persecución de Victor García Estanillo, ver Archivo histórico del PCE: sección Nacionalidades y regiones, subsección Galicia León, informe de Galicia de principios de marzo de 1948. jacq 520-525.